sábado, 23 de julio de 2011

Rebelión el la granja




El siglo XX fue testigo de los mayores horrores conseguidos por la Humanidad. No solamente aberraciones físicas. Aparte de las cruentas matanzas (dos guerras mundiales, limpiezas étnicas durante todo el siglo y terror nuclear) el hombre descubrió que era mejor domar la mente del hombre que subyugar su cuerpo con el látigo. Y así surgieron las ideologías totalitarias. Y esto, Goerge Orwell (1903-1950) lo sabe bien, y lo plasmará en Rebelión en la granja y 1984.
Orwell, profundo antiestalinista tras su estancia como combatiente del POUM durante la Guerra Civil de aquí, alegoriza la historia de la primera mitad de siglo en una granja corriente de Gran Bretaña. El Viejo Mayor, un enorme cerdo de concurso, reúne a los animales de la granja para contarles su visión de la vida y su sueño. Él sueña con un mundo donde el trabajo de los animales repercuta sobre ellos mismos, y su sueño es verlo cumplido. A partir de aquí, la mala gestión del señor Jones sobre la granja y las diferencias entre los herederos ideológicos de el Viejo Mayor, Napoleón y Snowball, trazarán, como hemos dicho, una parodia simpática (y algo dura en ciertos pasajes) sobre la historia rusa y en particular el gobierno de Stalin.
El libro está escrito en un registro sencillo, sin grandes alardes. De forma lineal y con un gran ritmo, pues en apenas cien páginas se relata el auge de un monstruoso sistema y la caída de un sueño durante varios años. Y, así como en la otra gran obra de Orwell, 1984, la intención final del autor no se ve hasta el último párrafo de la obra.
La metáfora que nos transmite el libro es clara; cualquier lector con un mínimo de información reconocerá al Viejo Mayor como una mezcla entre Marx (por ser padre ideológico del Animalismo) y Lenin (por ser el germen de cambio y que su cadáver sea expuesto); verá a Napoleón como Stalin y Snowball como Trotsky, o al cuervo amaestrado como a la Iglesia. Y sabrá que la Batalla del Establo de las Vacas es la guerra civil rusa y la batalla del Molino la Segunda Guerra Mundial, y este molino se referirá a los planes quinquenales.
Independientemente de su valor político/ adoctrinador o como quiera llamársele, en este libro veo más una crítica al estalinismo que al comunismo. Todo va bien con el comunismo hasta que Napoleón toma el poder. Y en otra lectura, el libro es un alegato contra la fuerza destructora de la vanidad y codicia frente a la ideología, a la venta de los ideales y a la corrupción que conlleva el poder.
Un libro muy interesante de lectura fácil. Y por favor, en este caso no se vean la peli.

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