jueves, 18 de agosto de 2011

Fanta Robertus: os la habeis cargado

Cada vez veo menos la tele, pero cada vez veo más cosas que me irritan. Aparte de la programación veraniega, que pondría a prueba a Santo Job (con sus espacios "refrescantes", sus cortinillas de estrella con efecto sonoro de chapuzón cada vez que cambiamos y sus paseos por las playas españolas para ver a Maruja haciéndoles bocadillos de salchichón a sus nietos) tenemos una ola de idiotez que parece ha asaltado a todos los directivos de marketing del país en este año 2011. Podría detenerme en el fallido intento de "buenismo" del anuncio de coca cola (también podríamos decir que mientras que una persona tiene una vida digna, dos viven en la misera), en el intento de Panrico de acercarse a la plebe (culitos tierrrrnos) o en el que más detesto de todos: el de Fanta Robertus.


El anuncio viene a anunciar unas "becas" para ser Personal Shopper, Fotógrafo 2.0 o Betatester (que a primera vista parecen unos Grados Medios con un nombre ampuloso) e ir a Nueva York (que super-mega guay)
El caso es que siendo sinceros, la idea no está mal. Oye, un viaje a Nueva York gratis aunque sea para sacarte un título no está mal. ¿No pedimos las paupérrimas becas Erasmus para irnos de borrachera a Italia o Malta? (y luego volver y tener que convalidar media carrera. Aunque desde que leí El guardián entre el centeno y vi Taxi Driver se me quitaron las ganas de pisar ese antro de perdición que espera una auténtica lluvia que barra las calles de escoria.
Pero lo realmente odioso es ese anuncio, que parece una diarrea del Media Maker en medio de un ataque de Anonymous.
El pedagogo ochentero que da una pedorata sobre autocontrol emocional que acaba distorsionándose en el universo de Tron no sé que ha hecho para merecer esto. Parece que quien le vendió las armas a los iraníes fue él y no Olliver North. Durante el vídeo, el protagonista se deforma en una catarsis visual informática del Windows 98 para decir todo tipo de obscenidades; eso sí, todo de un punto de vista muy postmoderno y contracultural, que parece que está de moda (nótese la antítesis). Un anuncio de campechanos y enrollados, sí señor, si son unos cachondos estos de Fanta, si no estuviesen tan ocupados convirtiendo nuestros sueños laborales en realidad harían botellón con nosotros y darían vueltas por Azeroth con su paladían de nivel 35.
En fin, supongo que suerte a los ganadores y esperemos que el anuncio desaparezca de la televisión porque es tralla para el cerebro.


1 comentario:

Alex Campos dijo...

Increíble el artículo Paco, acabo de descubrir tu blog y he de decirte que me ha interesado mucho!
Felicidades! Un besote.