viernes, 4 de febrero de 2011

Paz Mundial

Me asombro del simplismo con el que es tratado del tema de la paz mundial. Tan bonito proyecto dista mucho de ser logrado, por muchos días que se celebren, como el acaecido el pasado 30 de enero, donde en los colegios de promovieron auténticas entelequias acerca de cómo llegar a tan ansiado objetivo. Bailes, canciones cursis y pasadas de moda y espantosos collages coparon los patios de muchas escuelas como míniomo en mi pequeña localidad.
Y no es que sea un tema banal, es algo que es necesario abordar. A partir de la Segunda Guerra Mundial el ser humano se ha ido dando cuenta que la guerra no solamente es mala para el vencido, sino que la proliferación de armas cada vez más destructivas puede fastidiarle a él tambien, por lo que ha decidido tratar de poner fin a esta sinrazón.
Para mí, el problema radica, no ya en el hombre como individuo, ya que por suerte o por desgracia el hombre o mujer medios de cualquier país desarrollado carece de la motivación para afiliarse con conciencia a alguna causa o está muy cómodo viendo fútbol o telebasura, sino en los gobiernos, que necesitan sacar beneficio de las guerras ajenas para que ese ciudadano medio pueda continuar viendo la televisión y le vote en las próximas elecciones.
Así, tenemos por un lado unos gobiernos que lo único que hacen es preocuparse por sacar beneficio de los conflictos para que nosotros vivamos bien, y por el otro lado los donde ocurre el conflicto. Países que parecen causa perdida, pero yo no los veo así; en la mayoría de los casos son países que disfrutan de menos de cien años de independencia, países que llevan años sometidos a la tiranía y el absolutismo. Son países que nosotros dejamos, y que ahora se encuntran perdidos. Esta situación me recuerda un poco a la de Europa en el siglo XIX; ideas revolucionarias por un lado, vuelta al conservadurismo anterior, gobiernos débiles y mucho analfabetismo, el caldo de cultivo ideal para revueltas, revoluciones y guerras civiles. Ahora, estos países de África del norte (el lectos más avezado ya sabría de lo que estaba hablando) simplemente intentan reconfigurarse política y socialmente tras años de dictaduras pro-europeas, por cierto. No son salvajes ni fanáticos, hacen lo que hicimos nosotros hace ya tiempo, que es tratar de encender la llama de la democracia.
Ahora toca el siguiente paso, que es evitar la entrada de gobiernos populistas que se amparen en la democracia para mantenerse en el poder. Para eso, hace falta una educación de base; un país sin educación dejará guiarse por líderes populistas y bananeros (tratándose del estos países, datileros); uno con educación entrará lentamente en esto que llamamos “mundo libre”. Puesto que la educación es el abono de la democracia.
Creo que la “paz mundial” se conseguirá, pero no por el camino de las buenas intenciones, sino que será algo tortuoso donde muchos acabarán aplastados por sus enemigos antes que las armas callen y se cometerán injusticias, eso es seguro. Pero es algo invitable, y el papel de los países norte debe de ser el de tutores, nunca el de impositores. Y éste creo que es el camino, no el de la piruleta, las chuches rosas y el algodón de azúcar del día de la paz.


"Jiji, seamos todos amigos y bailemos en un gran corro multiétnico. ¿A qué huelen las nubes?"

2 comentarios:

Natalia dijo...

1.Se escribe collAge, y as puesto horrendos collages? perdona pero el nuestro era PRECIOSO, que no entiendes de gustos.

2.Conseguir la paz haciendo la guerra? lo que me faltaba por leer aqui, tío Paco, yo creía que tu eras un hombre coherente...

Francisco dijo...

Perdón por la errata
No hacer paz haciendo la guerra, sino que todos los conflictos no van a acabarse de un plumazo
Vale, exceptuo vuestro collage con vuestro super símbolo de la paz