lunes, 27 de junio de 2011

X-men: Primera generación



Nunca había visto una película de X-men, ni leído un cómic, ni interesado por su argumento. Nunca me han ido los superhéores, más bien los antihéroes. Tu de chico leías Spiderman, y yo Mortadelo y Filemón. No tenemos que odiarnos por ello. Sin embargo, una perezosa tarde de verano decidimos ir al cine. Españoladas y X-men. Me meto en Filmaffinity, mi adorada página de cine, y veo que se trata de una precuela (no voy a pagar cinco euros para no enterarme de la historia) y que además le han puesto un 7. A una película comercial. No podía ser horrorosa. Accedo y vamos al cine, pertrechados de guarrerias varias para comer.
Empieza la película, e iba a ver una película como debe verse, sin pretensiones ni ideas preconcebidas (salvo el 7 de Filmaffinity que de ser sinceros tampoco me decía tanto). Nazis. Me gusta. Una película que contiene nazis no puede ser mala. Asisto al espectáculo frankesteiniano de Magneto en el campo de concentración, y la casa de Charles Xavier en la Inglaterra profunda.
Luego, pasan varios años; el primero va en plan cazarrecompensas a por el jefe nazi de su campo de concentración y el otro acaba de doctorarse en antropología en Oxford. Estamos en los 60', y eso se notará en cada minuto del film. A partir de aquí, la historia avanzará con una trama principal, consistente en evitar que otro grupo de mutantes haga estallar una guerra nuclear entre los Estados Unidos y Rusia y varias subtramas con tensión sexual, aceptación de uno mismo y mensajes sobre la amistad, la lealta,d la fe en uno mismo y bla bla bla.
La película avanza a buen ritmo, con algunos parones cuando tocan la moralina de aceptación y superación personal, con unos actores que cumplen (y unas actrices que están muy buenas)y una ambientación sesentera bastante lograda.
La película le da una patada en los cojones a la Historia respecto a la crisis de los misiles de Cuba. Sin embargo, es de agradecer el poco tono panfletario del film, los malos son Shawk y compañía y los buenos los chicos de Xavier, no rusos y americanos. No vamos a ver soviéticos robando la Navidad ni americanos muriendo por su país envueltos en una bandera.
La banda sonora no sobresale, no recuerdo ninguna partitura particularmente emotiva, pero bueno.
Una película aceptable, a modo de precuela, de los X-men. De lo único de lo que no puedo hablar es de si destroza o no la saga, o si es inferior o superior a sus predecesoras, porque no lo sé.

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