miércoles, 17 de noviembre de 2010

Dogma 95

En mi particular viaje por el cine alternativo (que ya se asemeja al de Dante por el infierno) voy viendo grandes ideas, innovadoras, o diferentes puntos de vista. Estoy aprendiendo qué esquivar y qué no, qué son ideas innvadoras o rompedoras natas y cuales son ideas rompedoras ex machina. Y el mayor ejemplo de estas últimas es Lars von Trien y su cine de autor, demasiado rompedor para una mente poco formada y púber como la mía. Y lo de ideas rompedoras ex machina no es un una ilusión mía, sino que el propio Lars y otros cuantos mesías del gafapastismo crearon el decálogo del cine. Lars, como si de Moisés se tratase, explica en estos mandamientos cómo hacer el auténtico cine, que te cuelgo aquí para que lo leas y juzgues por ti mismo:
DOGMA 95 es un colectivo de cineastas fundado en Copenhague en la primavera de 1995.
Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor, el resultado será la democratización suprema del cine. Por primera vez, no importa quién es el que hace las películas. Pero, cuanto más accesibles se hacen los medios, más importante es la vanguardia. No es algo accidental por lo que la vanguardia tiene connotaciones tecnológicas. La respuesta es la disciplina... debemos ponerles uniformes a nuestras películas, porque el cine individualista será por definición decadente.

DOGMA 95, para levantarse en contra del cine individualista, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

Previsiblemente el drama se ha convertido en el becerro de oro alrededor del cual todos bailamos. Hacer que la vida interior de los personajes justifique el argumento es demasiado complicado, y no es arte auténtico. Ya que, anteriormente, nunca las películas artificiales y las acciones superficiales recibieron toda la atención. El resultado es estéril. Una ternura ilusoria, un amor de ilusión.

Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor : elevemos los cosméticos a Dios. Utilizando la nueva tecnología, cualquiera en todo momento puede lavar los últimos restos de verdad en un abrazo mortal a las sensaciones. Las ilusiones son todo lo que una película puede esconder.

DOGMA 95 se levanta contra el cine de ilusión, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

[editar] El voto de castidad
Juro que me someteré a las reglas siguientes, establecidas y confirmadas por:

El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados no pueden ser introducidos (si un accesorio en concreto es necesario para la historia, será preciso elegir uno de los exteriores en los que se encuentre este accesorio).
El sonido no debe ser producido separado de las imágenes y viceversa. (No se puede utilizar música, salvo si está presente en la escena en la que se rueda).
La cámara debe sostenerse en la mano. Cualquier movimiento -o inmovilidad- conseguido con la mano están autorizados.
La película tiene que ser en color. La iluminación especial no es aceptada. (Si hay poca luz, la escena debe ser cortada, o bien se puede montar sólo una luz sobre la cámara).
Los trucajes y filtros están prohibidos.
La película no debe contener ninguna acción superficial. (Muertos, armas, etc., en ningún caso).
Los cambios temporales y geográficos están prohibidos. (Es decir, que la película sucede aquí y ahora).
Las películas de género no son válidas.
El formato de la película debe ser en 35 mm.
El director no debe aparecer en los créditos.
¡Además, juro que como director me abstendré de todo gusto personal! Ya no soy un artista. Juro que me abstendré de crear una obra, porque considero que el instante es mucho más importante que la totalidad. Mi fin supremo será hacer que la verdad salga de mis personajes y del cuadro de la acción. Juro hacer esto por todos los medios posibles y al precio del buen gusto y de todo tipo de consideraciones estéticas.

Así pronuncio mi voto de castidad.

Copenhague, Lunes 13 de marzo de 1995.

En nombre de Dogme 95,

Lars von Trier - Thomas Vinterberg


Una vez que estos espíritus libres decidieron encarcelar la libertad, creando una paradoja que va en contra de su propio cine, haciendo transgresión fabricada, me he dado cuenta de que...¡He rodado una película Dogma 95!

Todo ocurrió cuando en la asignatura de Religión de mi colegio al profesor no se le ocurrió nada mejor que mandarnos, en grupos de cuatro, rodar una película que representase para nostros la felicidad y tal. Yo, que soy como Tarantino, una mente violenta e incomprendida, fui vapuleado por mis compañeros por querer grabar una peli sobre la guerra de Bosnia. Al final, fue una trama en plan "hay que levantarse del bache", con alcohol y todo. El caso es que esa película se rodó cámara en mano, con las voces a la par que la grabación, sin escenarios, en color y con luz natural. Respecto a la cámara, los propios legisladores aceptaron las cámaras digitales en vista de las nuevas tecnologías.
Esto me lleva a pensar que yo y mis amigos somos un grupo de artistas alternativos, incomprendidos y que merecemos subvenciones. Por fin podré vestir jerseis de cuello alto, ponerme gafas redondas y chaquetas de pana con coderas. Y si nos da por fumar porros, ya no seremos "adolescentes drogatas" sino "artistas conceptuales que buscan su propia concepción de la realidad más allá de la vacua realidad burguesa".
La película no la subiré mas que nada porque los derechos de imagen están muy chungos en Internet, y no creo que a mis amigos les haga gracia recordar que hicieron tal gilipollez.

Películas de Dogma 95:
-La celebración- Thomas Vinterberg
-Los idiotas- Lars von Triers
-Mifune- Soren Kragh Jacobsen

(Las películas Dogma 95 vienen todas en Wikipedia. Copiar estos nombres es un martirio.)

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