El Empire State building se coloca justo encima del agujero ¿Qué diría Freud de esto?
Ayer pasaron por la televisión ese canto a la libertad y el americanismo exacerbado llamado Independence day, película que trata sobre la lucha de la raza humana contra una invasión alienígena a gran escala, coordinada por el mundo libre desde su máximo exponente: los Estados Unidos de Américas.
Spoiler. Pero vamos, la película es previsble.
Si,entre yankis comenzamos la película y con yankis la acabaremos. Y con razón es una de las películas más patrioteras yankis del mundo.
Comenzemos por su presidente, un tío enrollado muy joven, amante de su esposa, buen padre, rubio, con tupé, sonrisa blanca e inmaculada, probablemente hará deporte alrededor de los jardines de la Casa Blanca mientras a la par le sigue su perro Rex, o Bobby, o algún nombre de esos. Héroe de guerra contra los malvados irakíes en la Guerra del Golfo, pilotó un caza al servicio de su país, para luego ser elegido como joven idealista que liderará el cambio hacia una América (que no EEUU) más libre, con menos impuestos, autobuses escolares amarillos y despampanantes rubias anunciando Coca-Cola en todos los sitios. Está casi confirmado que beber su orina es beneficioso para la salud.
Cuando aparecen las naves, el Presidente se dispone a darle una bienvenida a los nuevos amigos de América. Pero los extraterrestes son malos malosos, ni siquiera dialogan. En menos de seis horas, arrasarán el mundo entero. Incluyendo la barraca capitalista del Tío Sam. ¡Eso no puede ser! No osbtante, otro heroe anónimo, un antenista guapo, con gafas de pasta, enamorado aún de su ex-mujer, ecologista, sano, judío, mantiene relación con su padre y confía ciegamente en que la democracia estadounidense le escuchará tras demostrarles que tiene la solución al problema. Efectivamente, la participativa democracia estadounidense le escucha, aunque gracias su ex-mujer, que es algo así como la vicepresidenta. El presidente es tan guay que escucha al friki casposo pese haber mantenido años atrás una pelea. ¡Si es que tiene un corazón de oro!
Tras darse cuenta que en nada van a volar la Casa Blanca, huyen (eso sí, hubo que convencer al presidente, que quería caer defendiendo a su pueblo) en avión. Pero poco antes descubrimos a otro personaje, protagonizado por el incombustible Will Smith, haciendo de lo que hace siempre, granujilla entrañable con buenas intenciones.
Will es un capitán del las Fuerzas Aéreas que vive en un barrio idílico con...una bailarina de stripper. Para el carro, cowboy, ¿cómo esa falta de moralidad? ¿Qué pensará el pastor? Bueno, lo cierto es que como Will es negro, no es tan grave que los negros hagan eso
Will es un buen patriota y se dirige a la base militar, para luchar contra los agresores de su bello y próspero país.
A todo esto, los ciudadanos se dividen: unos huyen y otros se disponen a recibir a los que creen inofensivos ET´s. Tal y como vaticinó el entrañable ecologista, los extraterrestres comienzan a devastar New York, Washington y otros sitios...Moscú, París...ehm Afganistán...bueno, esos pobluchos dejados de la mano de Dios no interesan en este historia.
Tras varias intentonas de acabar con el los extraterrestres, el presidente de los Estados Unidos descubre que el área 51 existe. ¡Nuestro encantador gobernante no sabía nada! ¡Es un tipo como nosotros! ¡Son los militares, los malos militares, los que invaden países tercermundistas en busca de petróleo, evitan que se de el 1.2 del PIB en ayuda a África y asesinan focas indefensas! ¡Ellos y los comunistas!
Al parecer, el famoso aliens de Roosvelt es un caza de los otros aliens que se están cepillando medio mundo. Will, único superviviente de su escuadrón, se presenta como voluntario para entrar en las entrañas de la Gran Nave nodriza desde el espacio. El friki-guaperas desarolla en tres segundos un virus informático capaz de desconectar los escudos de las naves (seguro que es de esos que hacen que se te bloquee el PC mientras salen dos tios follando, muajajaja). Aquí el friki soplagaitas hace uno de los momentos más sonrrojantes de la película, dice "me gusta salvar el planeta" mientras lanza una lata al contenedor de reciclado.
Solamente estarán desconectados los escudos unos minutos, así que los EEUU organizan una ofensiva llamando a todos los países. El pacto es brutal; salen los franceses representado que Europa participa(para los yankis, Europa es Francia, los demás países no cuentan) franceses en Afganistán (representando a los musulmanes) y un asiático, que se da por entendido que es chino, todos los asiáticos son chinos. Los rusos salen en un ambiente tenebroso, que hace nada eran soviéticos (de hecho, en vez de Rusia aparece URSS en el mapa). Ya está todo el mundo coordinado, prepárese para el ataque.
Habría que añadir que los americanos habían tratado DOS VECES destruir las naves, una de ellas con bombas nucleares (a lo que el Presidente se opone, por supuesto). La ofensiva a escala mundial está explicada de esta forma: el Presidente habla por telepatía unos segundos con un alien de la base de Roosvelt. Dice que ha visto que estos aliens succionan los recursos del planeta tierra para luego irse, como las langostas. Así decide crear una guerra.
A todo esto, se libra una batalla a dos niveles; Will y el antenista tienen que subir a la nave nodriza y descargar el virus, una vez descargado, los cazas F-16 atacarán a la nave por un conducto pequeñísimo. A partir de aquí, la película es como El retorno del Jedi, cambiando Endor por la Nave Nodriza y la 2ª Estrella de la Muerte por otra nave muy gorda que tambiém tiene un rayo letal. Para más suspense, la nave se colocará sobre el área 51 en 26 minutos para volarla del mapa.
El escuadrón está dirigido por ¿no sabéis quién? ¡El Presidente! ¡Claro! Como el ejército norteamericano había sido diezmado en las dos batallas anteriores, habían reclutado a un ejército de paletos sureños para que pilotasen los cazas de última tecnología.
Aquí hay una serie de errores que son suplidos con el ingenio y salero del Presidente por un lado y la patriotismo de los sureños. Los escudos no caen, ¡no pasa nada! El Presi aún tiene fe en la democracia y dispara otro, y esta vez los escudos sí están caídos. Pero hacen falta muchos misiles para destruir la nave, esta n cae. ¡No pasa nada! El Presi quiere lanzar un misil a la boca del rayo láser, un disparo imposible, para así destruir la nave. Todo está preparado, el caza del Presi avanza, los cazas alienígenas le persiguen. Mueren varios de sus compañeros. Concéntrate. ¿Aparecerá el espíritu de Whasington diciendo "usa la Fuerza"? ¿Llegará Will disparando desde arriba y quitándole los cazas de cola? ¿Ocurriran ambas cosas a la vez? No, el Presidente va a disparar y el misil no se descuelga. ¡Otro error! ¿Cómo es que no tenía el caza preparado? Seguro que estaba salvando gatitos o vendiendo galletas con granos de cacao junto a un grupo de scouts. A todo esto, un paleto borracho hace irrupción en escena.
El paleto es un tipo al que todos toman por loco, puesto que decía que lo habían abducido los aliens años atrás. Cuando llegan los aliens de nuevo, casi se corre. Y ahora es un piloto de caza que va a sacrificarse, lanzándose a lo kamikaze contra el rayo destructor (si esto lo hacen los japos contra los yankis son fanáticos. Si lo hacen los americanos, héroes mundiales). El paleto borrachín muere por su país con una sonrisa en la boca, el hijo del paleto borrachín oye a su padre morir con una sonrisa en la boca puesto que ha muerto por su país y no de cirrosis como esperaba. Todos contentos. ¡Pero y Will? ¿Qué pasa con Will? Will y el friki, tras descargar el virus, salen a toda hostia de la nave nodriza mientras explota, a lo Lando Calrissian en el Halcón Milenario. Parece que han muerto, ¡pero no! Van a rescatarlos, y se encuentran a Will y el friki fumando puros. El friki dice que a partir de ahora se acostumbrará a fumar. ¡Ahí, que los hombres güenos, los de toda la vida, son los que huelen a sudor, whisky y tabaco, leñe!
Así fue como el día 4 de julio se proclamó como día no sólo de la independencia norteamericana, sino mundial. Because this is the best country in the fucking world, yeah!
EEEp, un momento, ¿y el resto del mundo? En la película salen unas escuetas escenas de moros y negritos, subdesarrolado, observando las naves en llamas. Aquí estos no importan.
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Bueno, tras leer la crítica pensareis que he me he anunado una pañoleta negra y roja al cuello o me he puesto la camiseta del Che Guevara para escribir la crítica. La película es una americanada de órdago, pero a su favor tengo que decir que tiene ritmo, efectos especiales curiosos (ya obsoletos) y unas batallas aéreas dignas de la Guerra de las Galaxias. Tiene un poco de moralina por aquí y por allá, multiculturalidad, conciencia global, cuidad el medio ambiente... y de los personajes se van averiguando cosas conforme avanza la peli, solamente con diálogos, sin molestos "flashbacks". Tiene unos toques de humor que restan dramatismo (supongo que para los norteamericanos de 1996 ver sus rascacielos derrumbándose tuvo que ser traumático. Para después de 2001 no tanto)
La película es larga, lo expuesto arriba más que un resumen es una selección de escenas abusrdas y yankis. Se deja ver, y con una sonrisa en la boca. Altamente recomendada para criticones destructivos anti-yankis y descerebrados.