domingo, 28 de noviembre de 2010

Historia a trozos

He encontrado esta historia, que escribí sobre mayo del año pasado. No está conclusa, ni se cómo concluirla, por lo que se atienden sugerencias (a partir de donde diga que las admito, osea, en un tiempo). Cuando la escribí, era la Nada, ahora es el Mundo de las Ideas...no tengo ni puñetera idea de qué es; espero que, como mínimo, no os desagrade.


En aquel lugar no había una clara visión del espacio. En aquella especie de color neutro, no se distinguían las distancias. El suelo, uniforme al resto del lugar, tampoco daba la sensación de serlo:
sentían que pisaban en firme, pero con la extraña sensación de estar flotando. Ningún horizonte se dibujaba a lo lejos. Todo a su alrededor parecía ser luminoso, una luz irradiada por todo a su alrededor, pero este todo era un color neutro y opaco, como helado.
Todas aquellas personas desconocían su paradero, recordaban su última acción antes de llegar a ahí, sus últimos pensamientos, pero ignoraban qué hacían en ese lugar.
Estaban dispuestos en un círculo, con apenas una separación de una persona entre ellos. Se miraban nerviosos, tratando de saber más del otro antes de que la persona que los observaba supiese más de él. No sabían si llevaban minutos mirándose, o tal vez siglos. En aquel desconocido lugar el tiempo parecía aparcar su inexorabilidad, encaprichándose en detenerse. O tal vez la caprichosa era la Dama Negra, que no quería pasar su letal mano sobre aquellas personas confusas, y dejar que estuviesen siglos observándose, sin que su vida se detuviese. Quizás estos dos misterios estuviesen de acuerdo, privándolos de lo único que en realidad posee el hombre, que es el derecho a envejecer y morir.
De repente, uno de los integrantes de aquel círculo, un joven, de apenas unos veinticuatro años, se decidió a abandonar el círculo. Rápidamente se giró y puso un pie unos centímetros hacia adelante; quedó gratamente sorprendido al observar que aquella sensación de consistencia no sólo era en el sitio donde había aparecido. Continuó dando grandes zancadas hacia ninguna parte. Todo era igual en aquel extraño lugar.
Los integrantes del círculo observaban el joven que había tenido la osadía de salir de él: todos se lo habían planteado, pero él había sido el primero en hacerlo. Algunos comenzaron a abandonarlo, caminando solos hacia ninguna parte, como el joven, otros se sentaron, pese a no sentirse cansados, y otros, continuaban de pie, manteniendo su escrutinio sobre los demás.
Sobre el círculo ya sólo quedaban unas cinco personas: un joven de apenas unos diecisiete años, con una cara granujienta tras unas gruesas lentes. Llevaba una camiseta gris y unos vaqueros que le quedaban algo ceñidos. Observaba con unos ojillos húmedos de roedor a la persona que tenía justo delante, un sujeto de mediana edad con abrigo militar guateado. A su izquierda se encontraba una mujer de treinta años, con el pelo rubio. El pelo tenía el aspecto de estar descuidado y seco, y sobre su cara no se observaba ningún maquillaje. A la derecha del muchacho se encontraba un joven vestido con un anticuado traje de chaqueta negro; sobre su rostro, casi femenino, se dejaba caer un pelo lacio y pajizo, que le llegaba hasta el comienzo de la frente, de color porcelana, al igual que el resto de su rostro. Se encontraba sentado, con sus finas manos entrelazadas,y una expresión de melancolía en el rostro.
A la derecha de aquel joven de aspecto afeminado se encontraba un hombre rubio y con los ojos claros. Vestía un uniforme militar de color gris, donde colgaban varias medallas. Tenía una expresión austera, y observaba de reojo a quien tenía a su derecha, lo conocía bien, no a él, si no a los suyos: era un cosaco, el hombre al que miraba el joven de diecisiete años, con su abrigo verde caqui guateado. Este no se fijaba en su derecha, donde se encontraba la mujer, si no a su izquierda, donde también observaba detenidamente al hombre con el uniforme militar de color gris, puesto que también este conocía a los de su calaña: era un boche, un maldito alemán. Esas cinco personas no habían abandonado el círculo, cada una por un motivo propio y personal.
No podría decirse cuánto tiempo habían estado así, puesto que aquel lugar estaba privado de todo.
El joven de diecisiete años sabía porqué el cosaco y el alemán se dirigían miradas de odio; esos uniformes eran claramente de la Segunda Guerra Mundial. Aquellas medallas alemanas exibían la esvástica, en los cuellos negros estaba bordado el símbolo de las SS. En el caso del cosaco, la hebilla dorada con la cruz pentagonal soviética disipaba cualquier duda sobre su procedencia. El joven suspiró, y se quitó las gafas. Por fin le resultaban útiles sus extraños conocimientos sobre esa guerra. Aquellas solitarias tardes delante de una videoconsola daban sus amargos frutos: ¿de qué le servían realmente esos estúpidos conocimientos en aquella extraña dimensión? Probablemente eso fuera estar muerto: lo había anhelado, había odiado su vida, y ahora estaba allí, asustado.

¿Quién le mandaría abrirse las entrañas con aquella katana, regalo de su quinceavo cumpleaños?¿A quién quería imitar en esa patética acción? Su vida le agobiada, abocada al ostracismo y a un rol secundario, asfixiado a una extraña sociedad que le era incomprensible, y que ella no le comprendía. Quizá por eso decidió acabar con su mísera existencia, emulando a los nipones, no llegando mas que a patética parodia de estos.
En estos pensamientos, de sus ojos nacieron lágrimas silenciosas, lágrimas cargadas de pena y sufrimiento, pero ni una de esas lágrimas llevaba arrepentimiento: estaba convencido de que ese fue su mejor final. Ahora sólo le quedaba ver qué hacía allí, qué podría comer, quienes eran esos personajes, si ese estado iba a ser eterno, qué era la eternidad...
La mujer, observando a aquel joven sollozar como un chiquillo, sintió el instinto de ir a consolarlo. Antes de aquel estado, de encontrarse en aquel lugar, era madre primeriza de un bebé, de apenas unos meses. Allí estaba, bañándolo, pasando sus manos sobre su suave cuerpo. Esos recuerdos la desmoronaron, y rompió a llorar con un desconsolado llanto.
A todo esto, el joven del traje anticuado no había experimentado ningún cambio: seguía sentado, con las manos entrelazadas, mirando a la nada. Los dos soldados ya mostraban claramente sus hostilidades: se habían sentado el uno frente al otro, mirándose abiertamente con odio en los ojos. Era un odio que pasaba a ser tangible, un odio superlativo, inusitado entre dos hombres que no se conocen, el odio que la guerra genera. El alemán se levantó, como deseando salir de allí, pero el cosaco, como adelantando sus movimientos, lo cogió del brazo, gritando:
-No voy a dejarte suelto, fritz.
Era la primera frase que se decía entre los integrantes de aquel círculo, y probablemente lo primero que se oía en ese extraño lugar. Lo más sorprendente fue que todos lo entendieron: ni los dos jóvenes, ni la mujer ni el alemán sabían ruso. Y acababan de entender a aquel ruso. En ese instante se dejaron claras muchas cosas. Pero aquel embrujo fue roto por el alemán, que con un aspaviento, retiró el brazo, zafándose del ruso, y respondió:
-No te importa, iván, adonde vaya.
Esto fue comprendido por el ruso, por lo que quedó patente entre los asistentes que allí todos se entendían o bien todos hablaban igual. Pero la conversación no cesó:
-¿Adónde quieres ir, alemán? No estamos en ningún sitio.
-A algún lugar conducirá ir en linea recta-dijo con una sonrisa irónica.- Además, si tengo que morir no quiero que sea al lado de un bolchevique.
-¿No estamos todos muertos?-preguntó el joven granujiento.-Yo estoy aquí al menos por eso. Tengo que estar muerto.
-Niño, si estuviera muerto, tendría aquí a varios de mis camaradas. En una guerra muere mucha gente.-dijo el ruso-es imposible que hayamos muerto.

El alemán se quedó pensativo. Obviamente tenía que estar muerto. Ningún hombre que se mete el cañón de su pistola en la boca y dispara sobrevive. Y él lo había hecho. Aquel chaval, de aire estúpido, podría tener razón. Eso sería estar muerto. Estaba claro que había logrado su objetivo. No había caído prisionero de los rusos, no había rendido a su compañía, había luchado hasta el final. Su tierra había bebido su sangre, derramada por él mismo, antes que por los rusos, los sionistas del Este. El ruso sacó de sus tribulaciones al alemán.
-¿Tú, muerto? Tienes pinta de ir a un colegio secundario. ¿Por qué ibas a morir? No tienes pinta de haber luchado en una guerra, ni...
-Me suicidé-y bajó la cabeza.
-Un joven de tu edad no puede suicidarse. Por favor...-se volvió al alemán-y tú no te mueves de aquí. Te lo impediré, aunque tenga que...
-¿Morir?¿Vas a matarme en la muerte?-dijo el alemán.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Tik tok

Una serie de horrendas circusntancias me llevaron a escuchar "Tik tok", de Kesha, otra muñeca rubia tonta llegada desde el país de las barras y las estrellas. El caso es que Satrán me enfrascó esta canción en la cabeza, con su maldito ritmo. Esto me llevó a ver el vídeo unas cuantas veces y a leer su letra subtitulada. La conclusión que saqué de esto es la siguiente: o bien Keisha domina la ironía y la sátira con una maestría brillante y yo no me doy cuenta, o es la canción que mejor hace apología del putiferio en todo el Universo.
Teneis aquí el videoclip:


El vídeo podría resumirse en que veamos lo malota y rebelde que es Kesha y lo puta que es. Comenzemos:
Kesha se levanta tras dormir en la bañera, y nos enseña que debe de hacerse por la mañana: lavarse los dientes (para quitarse probablemente los lefazos de la noche anterior)y ponerse las botas. Habla, sin coherencia alguna, algo sobre chicos, escuchar CD´s y borracheras, probablemente el recuerdo de la noche anterior. Baja a ver a la familia arquetípica de los "50 americana, y a la madre se la caen las tortitas, mientras probablemente piense porqué no usaría condón aquella fatídica noche de marzo de 1987. (Atentos a la cara de Kesha antes de salir de su casa) El putón en cuestión sale, coge una bicicleta (la canción y el videoclip aquí se desvirtuan, Kesha canta una cosa y hace otra) y se la cambia a los niños por un radio-casette de los "90. Kesha sigue cantando sin ton ni son sentada en un bordillo, donde se le acercan varios canis a tratar de ligar con ella. Pero, tras hacer referencia a Mick Jagger (¿quién coño es ese?). Aquí Kesha hace una reflexión digna de Descartes, afirmando que "no le preocupa nada en el mundo mientras tenga cerveza". Llega un tipo con un bigote a lo Fu Man Chu y se la lleva. Aquí, Kesha sigue hablando, mentando a esas invisibles tetas de baratijas. Bueeeno, aqui es sincera. La policía la detiene y le practica un cacheo digno de película porno. Si pretendía provocar ha fallado. Kesha se escapa de la policía y va cantando desde la ventana superior, mientras el tipodel bigote come algo así como un chicle. Kesha, tras violar unas cuantas normas acerca de seguridad vial, llega a su ansiada fiesta. Aquí debería de cantar algo diferente, tras tirarnos medio videoclip escuchando acerca de la "super fiesta". Pero la letra sigue siendo la misma de toda la canción. Finalmente, suenan voces latinas mientras Kesha vuelve a una bañera de un cuarto de baño roñoso, mientras le piropean lo que parecen ser albañiles mexicanos. La bandera americana aparecerá como siete veces en el videoclip.

Mas o menos, Kesha viene a decir que tu vida se centre en una fiesta llena de chulazos y putas, y que seas todo lo puta que quieras. No había visto una canción tan profunda desde "Alcohol, alcohol". Esta canción ilustra perfectamente la liberación juvenil de las cadenas paternales y del tradicionalismo, la revolución sexual, la represión policial y un mercado más responsable, fomentando el trueque, como la bicicleta por el radio-casette. El toque latino parece indicarnos que Kesha no tiene inconvenientes en pasárselo bien con inmigrantes, ahora tan demonizados en los EE.UU. Eso en caso de que sea una canción irónica, claro.

La canción en cuestión se me pegó viendo vídeos sobre salidas laborales en mi asignatura favorita: PICP, asignatura paradigmática de la utilidad esolar y curricular.


Sinceramente, me gusta mas en español, tanto la canción como la cantante.

viernes, 19 de noviembre de 2010

El sueño de un estudiante, sin importar estaciones

Despunta el alba y te sientes plácidamente arrullado por el metálico timbre de tu despertador. Fuera notas que hace frío, mucho frío, tu habitación está rodeada de una gélida película invisible de aire. Rebúllete en tus mantas, ampárate en cinco minutos más de calor, que serán dos. Toma aire y expúlsalo, haz un titánico esfuerzo y quítate de encima esa pesada y calentita manta. Si que hace frío; ahora desabróchate el pijama y tirita, quédate en camiseta interior y calzoncillos, hace más frío, tus pelos se erizan peligrosamente, no te llega la camiseta interior al cuello, tus gónadas son un cacahuete, encogidas por el brutal frío. Buscas unos vaqueros, una camiseta, un jersey; tu cuerpo se va templando, cesa el tembleque... Coge libros y apuntes, acuérdate de los comentarios de Historia, de coger el dicionario de griego... ¿y el de latín? No cabe, tu cartera está repleta ya de libros, guarda el diccionario de latín en el bolsillo donde guardas tu bocadillo... ¡Ya es la hora de salir! ¡No comas, engulle! ¡No te pongas la chaqueta, sino cúbrete con ella! ¡La mochila la notas muy ligera, te faltará algo? ¡No hay tiempo de comprobaciones, ahora o nunca! ¡Corre a la parada! ¡El autobús! El misericordioso conductor te abre la puerta a ti de nuevo, al llegar justo en el momento en que acelera. Pasas tu bonobús. Ahora sudas, envuelto en varias capas de ropa en el atestado vehículo. El autobús va a iniciar una rítmica coreografía de acelerones y frenazos, tu te meces a su voluntad. La complicada pieza continua su camino en medio del denso tráfico, entre pitidos y blasfemias. ¿Cómo puede blasfemiar alguien a esas horas de la mañana, donde ni tus propios párpados pueden evitar caerse debido a la plomiza sensación de tu cabeza? Pues debe de haber, dentro de tu testa, algo muy pesado para que tus párpados se caigan hacia abajo cerrándose, la mucosa comienze a desplazarse hacia abajo y tu mandíbula inferior también caiga, formándose un bostezo. Y comienzas a recordar...
No debiste hacerlo, lo sabías, pero era tan tentador...largas tardes de Tuenti, de remoloneo, de vagueza, de solamente hacer las actividades para aquellas asignaturas que sabes que, con seguridad, te iban a preguntar. Tiempo de pasar de hacer los esquemas diarios, escuchar música, ver la tele. Tras el trabajo constante de la E.S.O parece que vuelves a tener tiempo para pensar, sentir, crear, tocarte las narices. Y no, no fue asi, era una apariencia, una ficción, pues los exámenes llegaron y tú aún no sabes distinguir un vocativo de un dativo, no sabes porqué esa oración es de participio concertado, qué difernecia hay entre una “eta” de espíritu suave de una con espíritu áspero. Rezas incansable para que te pregunten la épica romana en latín, ruegas no comentar una imagen del Partenón en Historia del Arte y suplicas a toda divinidad que, en un aliento de gracia, en Historia aparezca una pregunta acerca del Sexenio Revolucionario. La mitad del temario no lo sabes, la otra mitad quedó mal grabado en tu cabeza la noche anterior al día del examen. Te acostaste a las tres de la mañana tras estudiar, y por eso tu cabeza está plomiza. El próximo trimestre estudio enserio...palabras que se lleva el viento.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Dogma 95

En mi particular viaje por el cine alternativo (que ya se asemeja al de Dante por el infierno) voy viendo grandes ideas, innovadoras, o diferentes puntos de vista. Estoy aprendiendo qué esquivar y qué no, qué son ideas innvadoras o rompedoras natas y cuales son ideas rompedoras ex machina. Y el mayor ejemplo de estas últimas es Lars von Trien y su cine de autor, demasiado rompedor para una mente poco formada y púber como la mía. Y lo de ideas rompedoras ex machina no es un una ilusión mía, sino que el propio Lars y otros cuantos mesías del gafapastismo crearon el decálogo del cine. Lars, como si de Moisés se tratase, explica en estos mandamientos cómo hacer el auténtico cine, que te cuelgo aquí para que lo leas y juzgues por ti mismo:
DOGMA 95 es un colectivo de cineastas fundado en Copenhague en la primavera de 1995.
Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor, el resultado será la democratización suprema del cine. Por primera vez, no importa quién es el que hace las películas. Pero, cuanto más accesibles se hacen los medios, más importante es la vanguardia. No es algo accidental por lo que la vanguardia tiene connotaciones tecnológicas. La respuesta es la disciplina... debemos ponerles uniformes a nuestras películas, porque el cine individualista será por definición decadente.

DOGMA 95, para levantarse en contra del cine individualista, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

Previsiblemente el drama se ha convertido en el becerro de oro alrededor del cual todos bailamos. Hacer que la vida interior de los personajes justifique el argumento es demasiado complicado, y no es arte auténtico. Ya que, anteriormente, nunca las películas artificiales y las acciones superficiales recibieron toda la atención. El resultado es estéril. Una ternura ilusoria, un amor de ilusión.

Actualmente, una tormenta tecnológica está causando furor : elevemos los cosméticos a Dios. Utilizando la nueva tecnología, cualquiera en todo momento puede lavar los últimos restos de verdad en un abrazo mortal a las sensaciones. Las ilusiones son todo lo que una película puede esconder.

DOGMA 95 se levanta contra el cine de ilusión, presenta una serie de reglas indiscutibles conocidas como el voto de castidad.

[editar] El voto de castidad
Juro que me someteré a las reglas siguientes, establecidas y confirmadas por:

El rodaje debe realizarse en exteriores. Accesorios y decorados no pueden ser introducidos (si un accesorio en concreto es necesario para la historia, será preciso elegir uno de los exteriores en los que se encuentre este accesorio).
El sonido no debe ser producido separado de las imágenes y viceversa. (No se puede utilizar música, salvo si está presente en la escena en la que se rueda).
La cámara debe sostenerse en la mano. Cualquier movimiento -o inmovilidad- conseguido con la mano están autorizados.
La película tiene que ser en color. La iluminación especial no es aceptada. (Si hay poca luz, la escena debe ser cortada, o bien se puede montar sólo una luz sobre la cámara).
Los trucajes y filtros están prohibidos.
La película no debe contener ninguna acción superficial. (Muertos, armas, etc., en ningún caso).
Los cambios temporales y geográficos están prohibidos. (Es decir, que la película sucede aquí y ahora).
Las películas de género no son válidas.
El formato de la película debe ser en 35 mm.
El director no debe aparecer en los créditos.
¡Además, juro que como director me abstendré de todo gusto personal! Ya no soy un artista. Juro que me abstendré de crear una obra, porque considero que el instante es mucho más importante que la totalidad. Mi fin supremo será hacer que la verdad salga de mis personajes y del cuadro de la acción. Juro hacer esto por todos los medios posibles y al precio del buen gusto y de todo tipo de consideraciones estéticas.

Así pronuncio mi voto de castidad.

Copenhague, Lunes 13 de marzo de 1995.

En nombre de Dogme 95,

Lars von Trier - Thomas Vinterberg


Una vez que estos espíritus libres decidieron encarcelar la libertad, creando una paradoja que va en contra de su propio cine, haciendo transgresión fabricada, me he dado cuenta de que...¡He rodado una película Dogma 95!

Todo ocurrió cuando en la asignatura de Religión de mi colegio al profesor no se le ocurrió nada mejor que mandarnos, en grupos de cuatro, rodar una película que representase para nostros la felicidad y tal. Yo, que soy como Tarantino, una mente violenta e incomprendida, fui vapuleado por mis compañeros por querer grabar una peli sobre la guerra de Bosnia. Al final, fue una trama en plan "hay que levantarse del bache", con alcohol y todo. El caso es que esa película se rodó cámara en mano, con las voces a la par que la grabación, sin escenarios, en color y con luz natural. Respecto a la cámara, los propios legisladores aceptaron las cámaras digitales en vista de las nuevas tecnologías.
Esto me lleva a pensar que yo y mis amigos somos un grupo de artistas alternativos, incomprendidos y que merecemos subvenciones. Por fin podré vestir jerseis de cuello alto, ponerme gafas redondas y chaquetas de pana con coderas. Y si nos da por fumar porros, ya no seremos "adolescentes drogatas" sino "artistas conceptuales que buscan su propia concepción de la realidad más allá de la vacua realidad burguesa".
La película no la subiré mas que nada porque los derechos de imagen están muy chungos en Internet, y no creo que a mis amigos les haga gracia recordar que hicieron tal gilipollez.

Películas de Dogma 95:
-La celebración- Thomas Vinterberg
-Los idiotas- Lars von Triers
-Mifune- Soren Kragh Jacobsen

(Las películas Dogma 95 vienen todas en Wikipedia. Copiar estos nombres es un martirio.)

lunes, 15 de noviembre de 2010

El delirante mundo de los Feebles





Si ya os sorprendió Peter Jackson con "Mal gusto", esta os dejará estupefactos. Vamos a ir por partes. La peli trata la vida de un número cómico desde dentro con todos los problemas que suele haber entre la gente de bambalinas: sexo, drogas, prensa amarilla, armas, chanchullos, directores exigentes... hasta aquí todo normal, hay muchas películas con arguemtnos parecidos, violentas y explícitas. Ahora pon que la película está rodada con muñecos, como si fuesen los Teleñecos o Barrio Sésamo, y nos muestra lo que hay tras las cámaras.
Se trata de una película con la trama bien montada y coherente (como todas las de Peter Jackson) que tira de topicazos, habidos y por haber. El director del programa, el señor Blech, engaña a su amante, que es su principal estrella, una cantante de cabaret venida a menos puesto que ya está vieja y gorda.Este está metidos en asuntos de tráfico de drogas. Una rana veterana del vietnam heroinómana que no puede trabajar sin un chute, una rata socia del director que, aparte de ayudarlo en asuntillos de drogas, rueda películas porno sadomasoquistas en el estudio. Un conejo con enfermedades venéreas y una mosca, nuna mejor dicho, cojonera, que busca historias truculentas sobre los Feebles.
Si bien es cierto que la historia de Heidi y el señor Blech tiene más metraje dedicado, todas las tramas son fundamentales para comprender los problemas que acarrean el número de un grupo musical que hace mucho dejó de estar unido.
No obstante, la película tiene sus contrapuntos a estos personajes, un erizo enamoradizo y tímido que se ve arrastrado por la espiral de sexo y violencia entre las bambalinas, un veterano gusano que lleva muchos años de espectáculo a sus espaldas, una perrita muy mona y un esmerado director de escena que trata de hacer el número lo mejor que puede. Al final de la trama, Jackson pone a todos en su sitio con una maestría digna de... Tarantino. (Ya sé que Tarantino es posterior, pero para que os hagais una idea)
Una película muy recomendable, con mejor trama que "Mal gusto" pero menos acción, y mucha más escatología.

Momentos célebres de la película (spoilers, vamos)

-Por supuesto, la rana veterana del Vietnam, que me hacen recordar esos momentos en que a Skinner se le va la olla en los Simpson. La historia de Bola 8 no se me olvidará fácilmente.
-Ensayando la obra de teatro, frase del zorro director: "¡Si, pero esto es un show televisivo, no un homenaje al realismo soviético!"
-El final,totalmente inesperado, pero efectivo. ¡A Heidi se le va la pelota, coge una MG-42 (¿!) y mata a todo el reparto! Encima, esa escena del bebé pollo-elefante llorando mientras le silban las balas a su alrededor, y el padre va a rescatarlo, haciendo de escudo humano con su cuerpo. Son muñecos, pero joder...
-La rata Trevor, que es la que lía todo el follón. "Un, la venderé como peli snuff..."

domingo, 14 de noviembre de 2010

Mal gusto



(Tras el ver el póster, los gafapasta ya pueden olvidarse y redirigirse a Begotten, en este mismo blog)
¿Quién no conoce El Señor de los Anillos o el remake de King Kong? Luego están otras menores, como Criaturas Celestiales. Películas mas o menos buenas, delicadas y rodadas con cariño. Luego, vemos que Peter Jackson, en los ochenta y principios de los noventa, grababa películas gore de bajo presupuesto. Estas fueron Mal gusto y Tu madre se ha comido a mi perro. Títulos para almas refinadas y de espíritu culto.
Yo solamente he visto Mal gusto, pero, Tu madre se ha comido a mi perro va a caer, puesto que reconozco que me lo he pasado bomba viendo esta película de bajo presupuesto.
Antes de nada, esta película es cutre hasta la médula. El presupuesto con el que contó fue 11.000 dólares. El reparto, los amigos de Peter Jackson, y él mismo haciendo dos papeles. Los efectos especiales, sobras de la carnicería y sirope de fresa para la sangre. No es muy alentador, pero Jackson mejora lo que a primera vista parece el atrezzo de un especial de Hallowen de cualquier serie americana mañarena de Megatrix con mucho humor, descaro y una cámara fantástica, que evita el aburrimiento.
El argumento, simple, muy simple: unos extraterrestes van a hacer hamburguesas de humano, y pretenden convertir al planeta Tierra en su granja. El gobierno neozelandés manda a "Los hombres", que son un grupo de fuerzas especiales, a averiguar qué pasa en el pueblo. A partir de ahí, sangre, tiros, humor friki y referencias a películas como "El resplandor" o "Alien" están aseguradas.

Ahora, voy a destripar la película (sería un metadrestripe, esta peli es ya dep or sí un festival de vísceras) con los mejores momentos:
-La risa de Derek mientras dispara el Uzi. Es el precuersor de Peter Griffin.
-Yo podrá mejorar los trajes de las "fuerzas especiales"con el contenido de mi armario empotrado.
-El final, totalmente descarrachante, con el "renacimiento" de Derek. (Podríamos establecer un debate metafísico, pero no viene al cuento).

lunes, 8 de noviembre de 2010

Monstruos del Cola Cao Turbo

Cada X tiempo trata de mejorarse un producto, y para ello se dedican ingentes cantidades de marketing. Quieren vendernoslo como sea, que engordemos las cuentas bancarias de los ya de por si cebados empresarios que se lucran engrasando la despidada maquinaria capitalista con la sangre y el sudor del obrero y... este...el comentario post de hoy no va por ahí, sino que voy a hablar de algo más importante: los monstruos del Cola Cao Turbo.
Se suponía que el Cola Cao normal dejaba desagradables grumitos de cacao en la leche, y eso incomodaba a la consentida juventud española, que no aguantaban los susodichos grumitos pero si se agujereaban la lengua para ponerse estúpidos piercings. Así que un genio decidió, mediante no se qué fórmula, hacer que el Cola Cao se disolviese más rápido. ¿Pero para eso no estaba el Nesquik? El caso es que "mejoraron" la fórmula, y como mejoraron el producto, en vez de sustitir el antiguo Cola Cao por este mejorado, lo sacaron a convivir con el de toda la vida, el que tenía unos negritos recogiendo cacao.
En mi casa solamente se compró un bote de ese Cola Cao; mi padre, catador oficial de la familia, llegó a la siguiente conclusión: "no está bueno, por lo que si no queremos que haya grumos, echamos el cola-cao primero y luego la leche, como toda la vida de Dios". Teniendo en cuenta que no soy muy amigo del Cola Cao ni de los chocolates en general (no me gustan las cosas dulces. Si, soy terrible, también trato de robar la Navidad) en mi casa no volvió a entrar semejante aberración.
Pero lo curioso de todo esto era la pandilla del Cola Cao. En todos los productos alimenticios españoles tiene que aparecer una espantosa reunión de mascotas estúpidas y aberrantes, ya sucede con Nesquik, Doo-wap, el lince de Puleva, el equipo Equipo Actimel o, el ya extinto Naranjito, y esta marca no iba a ser menos.
El nombre de la pandilla eran los Cao Cao, nombre muuuy ingenioso que denota a los usuarios a los que iba dirigido el producto: niños llorones de entre 5 y...6 años.Eran unos extraterrestres que habían llegado a la Tierra no-se-sabe-como y no-se-sabía-como devolverlos a su estúpido planeta (y eso que usando Cola Cao en su nave espacial, esta funcionaba)
Cada miembro de la pandilla representaba las virtudes del Cola Cao, aunque echaba en falta la virtud de llevar mas 50 años en el monopolio de los cacaos solubles (el mundo de los cacaos solubles tiene muchas coincidencias con la Mafia, ¡averigualas!).
Según los anuncios, eran "gamberros y con mucha hambre", todo un cúmulo de típicos tópicos típicos para los dibujos animados infantiles, incluyendo un chulo, una tia con moños a lo Leia, un desgarbado y flacucho extraterrestre y una especie de pelota flotante. Sus nombres eran K (¡toma ya!) Akinha, Zerelk, Fosfik, Ferki y Kalz, que hablaban con Yoda. Todo esto estaba muy en la onda del principio de década, donde los aberrantes noventa se mezclaban con el incipiente nuevo siglo, que, desde mi prisma óptico, ha mejorado. Al menos en comparación con aquella época de zapatillas de muelles y peinados de punta.
No obstante, todos sabemos que si queremos venderle un producto a un niño, hay que vendérselo con rock barato, monopatines y expresiones en plan ¡tope! ¡guay! ¡molarás cantidad!, porque los niños son estúpidos. ¿A que si? Y esto hacen los siguintes anuncios:



Con suerte, no habrían vuelvo...pero la vida no es justa...



Los titulares de los periódicos iban a anunciar el atentado a las Torres Gemelas aquel 2001, pero decidieron que lo de Cola Cao tenía mas importancia...



No chaval, para ser fuerte toma espicanas. ¿Es que las nuevas generaciones no veis a Popeye?




"Soy como las Bratz, pero en extraterrestre y más puta..."

PD: Cao Cao fue un general chino de la primera dinastía, particularmente cruel y sangriento, tal y como se ve en el Romance de los Tres Reinos

domingo, 7 de noviembre de 2010

Begotten

En mi afán de descubrir cine alternativo, he topado con "Begotten". Este cine me ha llevado a películas maravillosas como "Persépolis" o "Vals con Bashir", o películas de bajo presupuesto como "Shaun of the Dead" (en españa es "Zombies party" o algo así.) igualmente de ingeniosas y maravillosas.Generalmente gores o directamente abusrdas, pero con cierto encanto. Luego, nos encontramos con el "otro" cine independiente, el que rompe moldes pero que se encorsetan en la misma premisa: solamente las comprende su autor, o tienen argumentos tan personales que no vienen a cuento...y esta es "Begotten".
No he visto la película completa, solamente los primeros doce minutos y varios tramos del film más adelante.
Pero estos doce minutos me han dejado claro una cosa: cuando veas la película, haz como cuando tienes que leerte un libro para el instituto: mírate el argumento, que no si no no sabrás quién es el espantajo ni lo que hace. El espantajo se supone que es Dios, que se está suicidando sacándose las tripas. De ahí sale la madre naturaleza, que le hace una paja-mamada tras morirse. Bueno, en doce minutos ya tiene suficientes ingredientes como para que haya polémica en medio mundo, mezclando religión y escena explícitas de necrofilia.
Luego, aparece un hombre que es brutalmente torturado durante lo que queda de película. Así, sin más, ni diálogos, ni argumentos ni leches. Solamente unos cartelitos explicativos. Prácticamente no tiene banda sonora, sino ruidos exagerados para cada una de las acciones de mal gusto que se desarrollan en la película.
Lo más gracioso de la película es el formato en el que está rodada. Está rodada como si fuese una cámara de principios de finales del siglo XIX, con un esquema de colores blanquinegros, sin toques grises, por lo que se ven un montón de manchas moviéndose parsimoniosamente sin ton ni son.
Lo dicho, si quieres ir de cultureta-alternativo-progre míratela,es el colmo del gafapastismo ilustrado. Si tienes trabajo, estudios, familia, novia, ayudas en un grupo parroquial o eres cuentacuentos en la biblioteca dedícate a esos oficios, porque "Begotten" no es para ti.
PD: No sé yo si a las almas sensibles les dará espanto, pero esta película es como ver Saw en versión granulada.



Aquí teneis la película completa. En inglés, pero no se habla nada...

Podeis leerme en...

Me han mandado hacer, para esa gran asignatura, paradigma de la utilidad y el conocimiento que es PICP, hacer un blog donde exponga varias reflexiones acerca de la vida, la sociedad...como si eso no lo hiciese ya aquí. Pero en este tendré que ser mucho más explícito, por lo que, ¡Preparaos, simples mortales, para conocer al auténtico Luke, sin esa capa de sátira pseudo-gamberra que envuelven muchos de mis post!
El blog se llama Quo Vadis?